Música para viajar...

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¿Y qué si la princesa no quiere ser salvada por el príncipe? ¿Y qué si ella está a gusto en la torre con el dragón?


Seis.

No podía más con esas palabras empantanadas en la garganta. Se me escapaban si no me esforzaba por contenerlas, se me derramaban como agua por la comisuras de los labios. Pensé demasiado en las consecuencias, pensé en si me devolverías una mirada dulce o provocaría que te lanzaras a una carrera para esconderte de mi.


Entonces fuiste el que dio el paso, sorprendiéndome, quitando el tapón que refrenaba todo. Y ahora no puedo dejar de repetirlo, buscando las maneras en que dos palabras te demuestren la fuerza de lo que siento. No sé si escupírtelo en un beso o gritártelo en un susurro sea suficiente.

Te miro y saber que lo sabes fortalece mis ansias de tenerte siempre, de pensar como pasarme las noches que me quedan buscando formas de arrebatarte esas carcajadas que tanto te distinguen, para llevármelas en el oído y escucharlas cada vez que ando huérfana de sonidos bellos; o de dejarte dormir sobre mis piernas para acariciarte el cabello y posarme frente a tus ojos cada vez que regresas de un mal sueño.

Estás repleto de las cosas que necesito para ser la persona que me gusta ser. Tienes todos los tonos que le faltan a mi vida para que no sea una ciudad desolada. Estoy segura que encontrarnos no fue un antojo de la casualidad, ni fue un capricho. 

Te lo he escrito y hasta dicho mirándote a los ojos: Me hacés terriblemente feliz.

Dominguicidio

Cuando mis Domingos sean por fin tuyos, los tipos con ese nombre dejarán de correr peligro de vida.

Mi caballero de la armadura oxidada

-Creo que sos la única persona que siempre me dijo la verdad. Nunca te embló la lengua para decirme lo que no te gustaba o te molestaba de mi

-Sinceridad con sinceridad se paga, señorita "te estás quedando pelado". Fue lo que siempre me gustó de 

-¿Qué sea una hija de puta?

-Exactamente.  Y que me cantaras o me leyeras, siempre tuve una obsesión con tu voz

-Lo sé

-Y sé que lo sabés... ¿te acordás que me peleabas con que tu voz era más grave que la mía?

-Y así y todo me quisiste

-Ya te dije, tu forrez hizo que te quisiera como te quise

-No me refería sólo a eso. Me quisiste así, imperfecta como era

-Imperfecciones te hacían perfecta para mi, enana

-Nunca fuí Angelina Jolie...

-Y a mi nunca me gustó Angelina Jolie, ¡¡y a vos tampoco!! Pero más allá de eso... no tendrás o habrás tenido el cuerpo de Angelina Jolie, pero fuiste lo que elegí. Tenés mas cerebro que ella... y apuesto que cantas más lindo. Si, definitivamente hice bien en decirle que no a ella, y quedarme con vos.

-¿Siempre vas a tener el don de hacerme sonreír? ¿Hasta en mis peores momentos?

-Juré cuidarte. Soy tu caballero de la armadura oxidada, ¿te acordás? Y lo jure solemnemente, con el meñique  y todas esas locuritas tuyas.

-Gracias 

-Nada de gracias, tenes que cantarme. Quiero que me cantes, y grabes tu voz. No me olvido de las cosas. Cuando vengas a Buenos Aires me cantás... y me cantás ese tema.

-Agosto, creo. ¿Y qué tema?

-ESE. Vos vas a darte cuenta cuando llegue el momento, Angelina Jolie.

I'm with you.

Un mensaje. Una frase corta. Todo se vuelve de un color. ROJO. El corazón se para. Las manos tiemblan y en la unión del pecho con la boca del estómago se siente un vacío. Otra vez no.
"Estoy acá. Como siempre estoy acá". Y los segundos esperando una respuesta se hacen eternos. Finalmente la luz se vuelve a encender. Todo se vuelve negro.
Quiero abrazarte. Recostarte en mis piernas y repetírte que vas a estar bien mientras te acaricio el pelo hasta que dejes de temblar. De llorar. De sangrar.

Empezás a vomitar palabras sin poder contenerlas. Y yo no quiero mas que sostenerte la cabeza mientras lo hacés. Darte la mano como siempre.
Siento tu sangre en mis manos, tus lágrimas quemándome la piel. Pero estoy en mi casa, en mi cama, con el celular en la mano y viendo todo negro.
No puedo evitar sentirme culpable. Culpa por no estar ahí. Culpa por no haberlo previsto. Culpa por no haberlo evitado. Culpa por no haberte dado la atención que necesitabas. Culpa por sentirme mal y no tener derecho. Culpa por no saber como ayudarte. Culpa por ser tan inútil. Culpa por sentirme culpable.

Estoy acá. Descargate. Llorá. Abrazame. Pegáme. Pero estoy acá, no seas vos quien me deje.

 

Es una promesa, estoy con vos. No más rojo. No más negro. Dejemos de ser grises juntas, tenemos muchas cosas por hacer... seamos del color del infinito.

Arquitecto

Cada vez que digo que tú diseñarás mi casa,  te incluyo como parte de la misma. Sentado frente a la chimenea, en el color de las paredes, en los cuadros colgados, en las escaleras minimalistas, en las ventanas grandes, en el desayunador... en cada rincón posible. Pero sobre todo, en el colchón de mi cama, sin dudas.

Sawning in you

Desperté, era la primera vez que amanecíamos juntos, con tus pies enredados a los míos... Sonreí, todavía dormías. 

Alguien me dijo una vez que podías saber cuales eran tus sentimientos por una persona cuando la veías dormir. Y al verte sentía el pecho lleno, una presión en la garganta y ganas enormes de quedarme toda la vida mirándote. ¿Qué significaría eso?




Las pestañas te tiemblan ligeramente y evito moverme. No quiero que despiertes. No todavía. Quiero un rato más de poder observarte así, sereno como nunca. La sonrisa relajada en tu rostro se acentúa por un momento y mi corazón se remueve...

¿Estarás soñando conmigo?

Cierro los ojos y vuelvo a dormirme. Con vos. Para así aletargar un poquito más el tiempo enredada entre tu piel.

Destino marcado

Todo me vive, todo me pasa. Es un viaje de vuelta, con las alas frías... la Luna fue la que nos iluminó. Casi de día, casi de noche, y vuela tu alma cerca de la mía. ¿Cuál de los cielos estás mirando? ¿De cuál de los vuelos me estoy bajando?

Mi reino está así, al borde del amor, juntando botellas, limpiando nuestro corazón... es fácil mirarte si el fuego no se apagó.


El destino marcado me dice que nunca sabré que viene. Y me gusta. Prefiero dejarme llevar...

Bitácora emocional.

Siempre fui emocionalmente inestable. Así puedo definirme, así me definen todos los que me conocen. Siempre pude irme a llorar pensando en lo sola que me siento, como ponerme a reír por algún chiste tonto que me contó un amigo.

Pero lo que mejor me sale es llorar. Es como un arte... un temible arte instalado en mi corazón que da su show cada vez que cierro los ojos pensando en algo triste para tener la excusa de ir a tirarme a mi cama para sentirme mal conmigo misma.

"No sé si soy una triste con vocación de alegre, o viceversa". Diría Bendedetti. 

Me resumo a frases, esperando que alguien me lea un poco... ¿quién sabe? quizá algún día me despierte al lado de alguien que esté dispuesto a leerme, con imperfecciones y deslices, antes de irse a dormir.


De Cronopios y de Famas

Me dijiste que tu vida estaba mucho más ordenada desde que me fui... sólo para vos mi desorden podía convertirse en arte. 

Quizás era la comodidad de que las cosas se redujeran a una persona cuando sabías que esa iba a ser la única que tolerara tus malos arranques. Porque a decir verdad, acá la única desquiciada era yo, la que no tenía los cabales en su sitio, la poco organizada, la distraída... la enamorada. Como todo sobre nosotros, muy a lo Cortázar "Vamos a enterrar nuestros yo equívocos, quiero equivocrme de nuevas maneras a tu lado". Se sentía así... mas o menos igual cada vez que aceptabas mis arrebatos y hacías que ya no fueran míos, sino nuestros.

También mencionaste que había crecido y te daba lo mismo de miedo que de curiosidad averiguar si eso era bueno o malo... yo tampoco supe como tomarlo. Que extrañabas nuestro club de la serpiente, los cafés fríos a las tres o cuatro de la madrugada, el vino picado como excusa para poder ser vos.
Tu sensibilidad sólo se quebraraba conmigo cada mil lunas llenas, y la mía partía en llato en cualquier amanecida, por cualquier cosa. Entonces me decías que era demasiado mujer, porque era sensible y fuerte a la vez.

Mientras hablabas quise llorar dos o tres veces, y abrazarte otras tantas. Mandar todo al demonio, tomarte de la mano y caminar por las calles desiertas, como tantas veces lo hicimos, con las estrellas como únicos testigos mientras jugábamos a no pisar las lineas de las baldozas o a saltar rayuelas invisibles. Es que con vos siempre fue así, mi cronopio: sólo un salto para llegar hasta el cielo. Y hoy resulta que estamos más en la tierra que nunca, que los relojes nos consumieron, que rompimos todas nuestras promesas y nos convertimos en lo que dijimos que no queríamos ser.

Que así sea.

Despertares de besos, de abrazos cale-faccionados, de latidos y respiraciones acompasadas, de cuerpos entrelazados. Mañanas de café con tu camisa puesta, de cosquillas en la cocina, de duchas compartidas. Mediodías de chicos en el colegio. Tardes lluviosas de siesta. Atardeceres de música. Y lo mejor... noches de amor, pasión y magia. De calor. De almas y no de cuerpos. De reencuentros. De reinventarnos. De ser uno.

Que jodido y encantador esto que hagas que imaginar un futuro juntos sea tan fácil.

Cerré la puerta y te elegí

Me invadiste poco a poco. A mi, que me creía resistente a todo esto que ahora me causás. A mi, con el témpano de hielo en el que me había convertido para protegerme. ¿Cómo lo lograste? ¿Cómo fuiste capaz de eso? ¿Cómo te filtrás hasta en mis sueños?

Puede que no haya razones, no me importa.

Porque puede que haya más placeres en la vida, que el mundo sea mejor en otro planeta o en otra galaxia y allí el aire sea más limpio. Puede que me aseguren que mi corazón pueda salvarse, pueden darme la opción de volver atrás y olvidarme de todo. 


Pero me quedo acá, exactamente así.


Con  tus consonantes y tus vocales. Con tus inseguridades y cambios de humor. Con tus abrazos y tus "Te quiero". Con tu risa y tus sonrisas. Con tus mensajes a las siete de la mañana, con tus buenas noches a las dos. Con el mundo de cabeza.


Con vos, con eso me quedo.



Perphaps

Quizá no soy un genio ni una poeta, ni tampoco una gran experta en el amor. Quizá no soy maga ni una artista, tampoco comerciante o contador. Quizá no soy lo que la gente espera, aunque tampoco sé bien lo que espero yo. Quizá no sea muy buena en lo que hago, pero sé que lo hago con amor.

Quizá no son tan sólo los soldados los que están entrenados para matar, quizá haya gente que sin bombardeos pueda lastimar más que un arma nuclear. Quizá ahuyento a los que me quieren mientras lucho con mi auto-destrucción. Quizá mi error es intentar ser transparente cuando todos tenemos un color.

Si ven una conducta que moleste, discúlpeme de todo corazón, es que a veces me enredo con mi mente buscándole a todo una razón. Si ven que no respondo cuando hablan, discúlpenme, no los quiero ignorar... es que tengo una lucha en mi interior.

Quizás tan sólo lo que ves es lo que soy.

Tan sólo lo que veo es lo que sos.

Cheffy Potter and Three hundred sixty-five days ago...

Pasaron trecientos sesenta y cinco días de aquellos trece. Trescientas sesenta y cinco mañanas sin tener que luchar con vos y tu sonambulismo para que te despiertes, sin que me grites "¿De dónde se apaga esta alarma?", sin tus tostadas y nuestro café matutino entre apuntes de materias que no rendimos, de Durkheim, Marx y Weber, y de Vilma Palma sonando en Radio Norte.
Trece días luchando con Casper y su tendencia a desconfigurárnos los celulares y cambiarnos la música que estábamos escuchando, de escondernos la jarra de jugo o el aceite; con la falta de señal, de supermercados, el paro de subtes y el desabastecimiento de Toddys. Trece días tratando de acostumbrarnos a las diagonales, viviendo de McDonals, disfrutando del bendito Starbucks y de la sobredosis de aspirinetas.
Trece noches de insomnio donde en vez de estudiar economía escribíamos fanfictions, de charlas a las tres de la mañana, de talleres de costura improvisando disfraces para un cumpleaños de alguien que no conocíamos. La espera del fuckin' 16 rezándole a Rowling y las puteadas al Plaza cuando sólo pasaba por Retiro. De hipotermias. De noches de sopa. De tiradas de Tarot en la cama de turno.
La búsqueda de una casa de tatuajes, las infecciones compartidas, la invasión de arañas y hormigas y nuestra razzia al estilo GhostBusters pero armadas con un insecticida y una escoba. El anecdotario: "Nos echaron del cementerio". Los porteños boludeándonos con la calle Corrientes, los Mortífagos en la casa Rosada. Tus bajadas triunfales de los colectivos, los "Éstos nos afanan". Las clases de historia sobre los Masones, "Todos los caminos conducen a la calle siete". Nuestra mascota Pepe... el perro, y el caballo también.

Trecientos sesenta y cinco días de aquellos trece en los que compartimos más que una convivencia. Trecientos sesenta y cinco que parecen trece, que se hicieron agua, que hoy pesan en nostalgia y duelen.

¿Podemos volver?





Una mentira que me haga felíz

Mentíme. Decíme que vos no tenés miedo cómo yo, que vos estás seguro de que vamos a estar bien, que vamos a superarlo. 

Abrazáme y a base de besos borrá cada una de mis inseguridades que son tantas. Contáme al oído cuanto me queres y cantáme esa canción que habla de nosotros. Recordáme la manera en que erizo tu piel y hago que tus ojos brillen. Pedíme que te ame.

Mentíme, por favor mentíme. Decíme que esto no va a terminar, que lo nuestro es más fuerte, que nosotros lo somos.

Lleváme a ese lugar que sólo nosotros conocemos. Dame el gusto de ser romántico por esta vez y dejá que el sonido del mar nos llene los oídos. Dedicáme los latidos acelerados de tu corazón. Enumeráme todas las cosas que te gustan de mi, aunque yo no te las crea; hacéme cosquillas aunque yo me queje y te diga que pares. 

Mentíme, como seguramente alguna otra vez me mentiste. Juráme para siempres. Prometéme cafés matutinos para toda la vida. 

Amáme, como quieras, pero amáme. Quedáte conmigo. Seguíme hasta el fin del mundo. No me dejes.

Pero mentíme, por lo que más quieras, mentíme.

Get it right


Me gustaría poder correr lejos de este barco que se hunde. Estoy sintiendo el peso del mundo sobre mis hombros. ¿Qué puedes hacer cuando tu bien no es suficientemente bueno? ¿Cuándo todo lo que tocas se derrumba¿Puedo empezar de nuevo, con mi fe agrietada? Porque no puedo volver atrás... sólo puedo quedarme y enfrentarme a esto.
Sólo quiero arreglarlo de alguna manera. Pero, ¿cuántas veces necesitaré intentarlo para hacerlo bien?

¿Quién coño me ha robado el mes de Abril?


Myself


He vivido mi vida pendiente de qué dirán. He sido responsable del bienestar de infinidad de personas. Y me doy cuenta que eso no es sano. Porque entre tantas cosas, más de una vez, me olvidé de ser yo. Porque más de una vez tuve que esbozar una sonrisa idiota cuando por dentro quería llorar. Más de una vez tuve que quedarme, y permanecer firme, con la mirada serena, cuando lo que más quería era salir corriendo. 
Todo eso me ayudo. No lo niego. Pero la máscara me pesa. Ahora quiero ayudarme a mi misma.


Hoy pienso más que nunca que es mejor de mantenerse lejos de mí que intentar amarme.

Dios santo, que bello Abril sos VOS


ContrAdicciones

No estoy enamorada de él, pero me siento como nadie cuando me abraza. Es como saber a ciegas que nada me va a pasar, que nadie me puede hacer daño.




Dejá que la vida te despeine.


Hoy aprendí a dejar que la vida te despeine. Por eso decidí disfrutar la vida con mayor intensidad.

El mundo está loco. Definitivamente loco: lo rico engorda, lo lindo sale caro, el Sol que ilumina tu rostro arruga y lo realmente bueno de esta vida despeina: Hacer el amor, despeina. Reírte a carcajadas, despeina. Viajar, volar, correr, meterte al mar... despeina. Quitarte la ropa, despeina. Besar a la persona que amás, despeina. Jugar, despeina. Cantar hasta quedarte sin aire, despeina. Y ni hablar de bailar, que te deja el pelo irreconocible

Así que, es un hecho... cada vez que nos veamos voy a estar despeinada. Por lo que no tengas dudas de que voy a estar pasando por un gran momento en mi vida.


Entregate, comé rico, besá, abrazá, bailá, enamorate, relajate, viajá, saltá, acostate tarde, levantate temprano, corré, volá, cantá, ponete linda, ponte cómoda, admirá el paisaje, disfrutá, VIVÍ...  y, sobre todo, ¡Dejá que la vida te despeine! Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar.

The only exception

Acababan de hacer el amor. Ella se había envuelto con una sábana y arrimado hacia el gran ventanal. A penas entrar en la habitación se preguntó por qué estaba esa ventana tan grande allí, prácticamente al lado de la cama; ahora lo agradecía, ya que por ella podía observar como las gotas de lluvia golpeaban y salpicaban contra el suelo. Siempre había tenido una extraña relación con la lluvia, amor y odio. Solía decir que el clima influenciaba su estado de ánimo, por lo que muchas veces la lluvia no era la mejor de las compalías. Pero otras, como ésta, le hacía sentir un calorcito en el pecho y una bocanada de frescura y renovación a la vez. Era ella observando el paisaje, no siendo parte de él, no dejando que la afectara.
Escucha el ruido de la cama y supone que él se levantó. Sabe que no se equivoca cuando escucha sus pasos y segundos después lo siente detrás suyo. No dice nada, ni siquiera se mueve, se queda esperando hasta que él la abraza por la cintura y apoya el mentón en su hombro luego de depositarle allí un beso. No puede evitar suspirar y empañar el vidrio. Él suelta una risita y como si fuese un niño pequeño dibuja con su dedo índice un corazón.
Ella no quiere pensar más, no quiere buscarle significados, así que sonríe, sujeta la sábana con una sola mano y coloca la otra sobre el brazo de él, dejando apoyar todo el peso de su cuerpo contra su pecho y tirando la cabeza hacia atrás.
-Creí que no te gustaba la lluvia -dice él en apenas un susurro
-Toda regla tiene su excepción -responde e internamente sonríe... él también lo hace
-¿Yo soy tu excepción? -Ella niega suavemente con la cabeza, pero no voltea a la hora de responder.
-Vos estás rompiendo todas mis reglas.

Cosas que no cambian entre un montón de cambios.

No somos los mismos. Vos estás más pelado y yo tengo un par de kilos menos. Tu sonrisa se sigue reflejando inmediatamente en la mía, pero ya no se repercute en mi estómago. Me seguís diciendo enana y yo enojándome, te acordás como me gusta el café y me preparás tostadas con manteca... también te acordás que soy bastante quisquillosa y generalmente no como tostadas porque nadie las hace como me gustan... salvo vos; pero ya no me discutís que "esas no son tostadas", simplemente me las hacés y me las servís en una bandejita para que no llene todo de migas. Tu risa sigue siendo la magia de los rockanrolles, pero yo ya no me río de cualquier cosa que decís. Te seguís llamando igual, pero decir tu nombre en voz alta ya no me produce lo mismo. Decir te quiero y te extraño volvió a dejar de ser tabú. 

Llueve, ¿hubo alguna vez que nos viéramos en Mardel y no lloviera?, es nuestra magia... y con magia no me refiero a esa de mago barato que sos; pero ya no nos abrigamos con más que nuestros abrigos, no hay brazos, ni piernas, ni lenguas. Me llevás a tu casa, que sigue siendo la misma, pero ahora no nos encerramos en tu habitación, nos quedamos en el living, tirados en los sillones viendo una película que parece hablar de nosotros mientras tu gato se pasea frente a la pantalla de la notebook en los momentos cruciales.

No somos los mismos. Yo ya no llevo las manos vestidas de anillos de fantasía y vos dejaste de usar zapatillas de correr. Ya no me sacás florcitas de entre el pelo y yo no te tiro las cartas para saber si vas a encontrar finalmente tu lugar en ese trabajo. La que te produce dolores de cabeza es otra y alguien está intentando aprender a manejarme... si te lo presentara le darías tus condolencias, lo sé.

No, no somos los mismos. Prendiste la computadora y no pusiste ninguno de esos temas de Porta que siempre me dedicabas, en su lugar le diste play a una lista de reproducción aleatoria. No me pediste que te cantara mientras acostabas tu cabeza en mis piernas y yo te acariciaba el pelo; ahora cantamos los dos, a los gritos, muriéndonos de risa hasta que nos doliera la panza. Seguís amando verme mientras escribo, ponerte atrás mio mientras tecleo palabras, muchas veces sin sentido, pero que para vos lo significan todo; pero esta vez, no hay palabras de amor entretejidas, sentimientos sin asimilar o verdades ocultas.

Las cosas cambiaron, sí. Vos tenés un nuevo amor, y yo, por primera vez, no sé que es lo que  quiero.

Y en esta relación tan distinta y tan igual, estamos llevando a cabo el cambio más importante, metiéndonos en terreno desconocido: Intentar por primera vez ser amigos.


Mi mano ya no es mía, es tuya, o nuestra. Nunca voy a soltarte la mano, pase lo que pase...

¿Entendiste?














-Agarrá el plato y tiralo al suelo.
–Listo.
– ¿Se rompió?
–Sí.
–Ahora pedile perdón.
–Perdón.
– ¿Volvió a estar como antes?
–No.
– ¿Entendiste?

¿Para qué complicarnos?


¿Extrañas a alguien? ...Llamá

¿Querés juntarte con alguien? ...Invitá
¿Querés que te entiendan? ...Explicá
¿Tenés dudass? ...Preguntá
¿No te gusta algo? ...Decilo
¿Te gusta algo? ...Demostralo
¿Querés algo? ...Pedilo
¿Amás a alguien? ...Decíselo


Fix you.

Lo ve contemplando el mar y un nudo se forma a la altura de su estómago... o eso cree; no entiende mucho de anatomía pero ha leído la expresión en varias novelas. 

Se acerca a paso vacilante, pero firme. ¿Es eso posible?. Ella lo siente así.

Él no se mueve un ápice salvo por el sube y baja profundo de sus hombros que indican que está respirando. Por lo demás, no muestra señas de haberse dado cuenta se su presencia. Pero ella lo sabe, con seguridad sabe que él está completamente al tanto. De todos modos no dice nada, sigue caminando de la misma forma hasta situarse tras de él, con la punta de los pies tocándole los talones. Titubea un segundo antes de extender los brazos, pero al segundo siguiente ya los tiene rodeando cintura con fuerza. Apoya la frente en su espalda y él suelta un suspiro... o eso pensó ella hasta que sintió su pecho temblar bajo la palma de sus manos. Estaba llorando.

Sintió en sus ojos sus propias lágrimas escocer. Pero se frenó. Éste no era su momento, no estaba ahí para llorar. Estaba para consolar, para consolarlo... no para ser consolada.

Lo abrazó con más fuerza. No habló, no hacía falta. Él reaccionó colocando los brazos sobre los suyos, apretándola con fuerza. Lo que disparó algo en ella, no supo qué, que le dio el valor para atreverse a voltearlo y quedar frente a frente.

No se había equivocado. Los ojos le brillaban, cristalizados por las lágrimas y su rostro estaba surcado por pequeñas pero incontables lágrimas.

Algo dentro suyo se quebró.

Se puso en puntitas de pie para alcanzarlo y besar, una a una sus lágrimas. Subió desde el mentón a sus párpados y volvió a descender. Repitió la acción varias veces. Nuevas lágrimas surgían y ellas las absorbía. Un mecanismo silencioso.

Así fue hasta que sus labios se toparon con uno de sus dedos. Él había interpuesto el índice entre ellos, haciéndola frenar a milímetros de una mejilla. Despacio, ella se alejó unos centímetros y agachó la cabeza como si hubiese sido encontrada infraganti cometiendo alguna travesura. Él le sonrió con ternura y con la misma mano la levantó por el mentón. Sus mejillas arreboladas hicieron que la sonrisa se ensanchara y los ojos le brillaran... pero esta vez no era por las lágrimas. 



No lo pude evitar. Suena de fondo la canción que le da nombre a esta entrada. "Fix You - Coldplay"

22 años. 22 deseos.





1.- Tener un novio con el cual pueda ver de igual manera las temporadas de Pokémon como las de Friends, ir a conciertos, caminar mucho y viajar donde el cuerpo nos lleve.

2.- Tener un mueble con muchos libros, dvd's y música.

3.- Ir a un recital de Oasis.

4.- Dedicar una canción a alguien, escrita, tocada, y cantada por mi.

5.- Viajar a Disney

6.- Que me besen bajo la lluvia.

7.- Aprender a tocar la guitarra de una jodida vez.

8.- Comprarme una moto.

9.- Hacer un musical en el teatro.

10.- Hablar francés e italiano fluidamente.

11.- Retomar canto y teatro.

12.- Aprender fotografía porque me encanta.

13.- Que escriban una canción o poema especialmente para mi.

14.- Escribir un libro.

15.- Enamorarme y ser correspondida.

16.- Conocer París, Londres, Venecia y Roma

17.- Having hardcore sex with a Slytherin (Entendidos comprenderán jaja)

18.- Hacer el amor escuchando a Lenny Kravitz o Aerosmith de fondo (Nótese la diferencia, esta vez no dije "hardcore sex", porque esto es más íntimo/importante)

19.- Tener una remera de Superman

20.- Estudiar periodismo

21.- Tomarme una fotografía cruzando Abbey Road

22.- Actuar en una película.


Se agrega Lenny con "Again" a la lista de reproducción, porque viene al caso... :P

(No)Cruzar

Tengo miedo de cruzar ese puente que todavía nos separa. No sé si deba dar un paso o dos, quizá tres... el mismo es el miedo.

El miedo de lo que haya del otro lado. Miedo de no adaptarme. Miedo a que tu mano no sea tan firme cuando me tenga que sostener... tengo miedo a no poder devolverte el apretón. Tengo miedo de los "Te amo" imprevistos, de los corazones rotos. Tengo miedo que el clima no sea el adecuado para mi y mis ojos lluevan más que de costumbre, o que quizá tanto calor me sofoque.

Tengo miedo de no poder saltar, o que el salto sea corto. ¿Y si alguien me sujeta de un brazo cuándo estoy saltando?... pero si es un puente, ¿qué estoy queriendo saltar?

Evidentemente también tengo miedo que el puente no ea lo suficientemente resistente para mantenerme. Que se derrumbe. Que no exista. 

Y mientras yo me pregunto, pienso, y dudo, seguís ahí, esperándome con paciencia infinita, invitándome con tu cuerpo, tus ojos y tu boca a que de ese paso, o dos... ¿o serán tres?... y finalmente cruce este puente.

Pero mi sentido de supervivencia es más fuerte, ¿qué le voy a hacer? Nací cobarde y lo vivido me hizo más... las grietas que surcan mi corazón me recuerdan que estoy justificada. Así que por las dudas me quedo acá, en la orillita, mirándote, abrazada a un libro y respirando el aire salado del mar.

Sí, creo que va a ser lo mejor.

Discover


Te das cuenta que tu mamá está enojada con vos cuando te llama por tu nombre completo.
Descubrís cuanto tu papá siempre te ama cuando te ve a los ojos y la mirada le brilla.
Ves que nadie te entiende cuando das todas las explicaciones del caso y la vida corre en tu contra.

No changes

Me voy, pero siempre vuelvo. Me alejo, corro, me transformo, me miro al espejo, no me gusta y vuelvo a correr, pero esta vez marcha atrás. Otra vez a mi. A lo que siempre fui. A lo que siempre voy a ser.


Entendí que de nada sirve querer esconderse. Que de nada las máscaras o el maquillaje. 
Los errores son los mismos. Las metas, los sueños. Yo.

Lo peor es cuando uno mismo se siente igual, que mira hacia atrás y no nota un avance... ni avance ni retroceso. Si, hay más años, más canciones cantadas, más libros leídos, más gente para conocer. Pero... ¿Eso hace al cambio

¿A quién quiero engañar? Si hasta todavía me sigue gustando la palabra viceversa 

Datos personales

Mi foto
No soy más que una simple soñadora que te cuenta lo que siente. No soy más que una... quizás niña, atrapada en un cuerpo de mujer, que trata de salir de ese mundo de fantasía para ser lo que alguna vez le exigieron ser...

Para curiosos...